Ya hace unos años que dejó de ser noticia la demanda del hombre por los servicios de estética. En la actualidad, su presencia en los salones es alta y habitual y son muchos los tratamientos dirigidos a cubrir sus necesidades. En esta época del año, en la que las inclemencias del tiempo dañan la salud y belleza de la piel, son muchos los hombres que trabajan en la intemperie, en contacto diario con el frío del invierno. Para dar una solución hidratante y oxigenante a las pieles sensibles os proponemos esta hidratación a base de velo de colágeno y aloe vera.
Junto a las pieles deshidratadas y sensibles, este tratamiento da respuesta a la demanda de cuidados que exigen aquellas epidermis enrojecidas, alérgicas y dañadas por el sol. El velo de colágeno y el aloe vera son los productos clave en el tratamiento, pero éste también se complementa con una leche limpiadora, así como una loción adaptada al tipo de piel, un reparador cutáneo y una crema facial hidratante. El tratamiento se desarrolla en cinco sesiones de 90 minutos cada una, realizadas una vez a la semana, según la evolución del cliente.
Aporte de hidratación
Los velos de colágeno y aloe vera son láminas de colágeno prensado de molécula no fraccionada. Son de una gran efectividad, ya que tras una sola aplicación es posible comprobar un aumento de la hidratación de las capas celulares epidérmicas de un 80%. El velo de colágeno se impregna con el jugo de la zona central de aloe vera barbadensis, una de las zonas que más interés farmacológico y cosmético presenta, puesto que es muy rica en mucílagos y glucósidos. Este gel con el que se impregna el velo aporta un rápido alivio a las pieles congestionadas, con ardor o prurito. También se caracteriza por ser muy humectante y poseer cualidades antisolares, regeneradoras y cicatrizantes.
Protocolo del tratamiento
El tratamiento arranca con un protocolo de inicio facial con aceites esenciales de una duración de tres minutos.Posteriormente, se procede a la limpieza facial (cara y cuello) mediante la aplicación de la leche limpiadora. Masajeamos la zona y, a continuación, retiramos los restos con esponjas o papel de celulosa, agua y una gota de aceite esencial de árbol de té o ciprés.Llega el turno de realizar el peeling facial, en el que masajeamos la piel con las manos humedecidas en agua. En el momento de retirar el producto, recurriremos a las esponjas mojadas en abundante agua. Procedemos a tonificar la piel.Aplicamos la crema hidratante y la ampolla de tenso fast, prestando una especial atención a las zonas marcadas por arrugas. También recurriremos a la termoterapia, que aplicaremos durante 15 minutos, siguiendo el protocolo necesario.A continuación, realizamos un masaje facial con unas gotas de reparador cutáneo. Este masaje debe realizarse mediante maniobras que se adapten a las necesidades de la piel.Llega el momento de aplicar el velo de colágeno con aloe vera en el que el hidrolato nos servirá como activador. El velo permanecerá expuesto durante 20 minutos, periodo durante el cual el profesional se centrará en aportar tranquilidad al cliente mediante diferentes técnicas de relax. Una vez transcurrido este tiempo, retiramos el velo completamente y aplicamos contorno de ojos y gel hidratante sobre el cutis durante dos minutos.
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